Nunca imaginé yo, que esa lámpara que de niña daba luz en mi habitación años más tarde, y con un poquito de»maquillaje», estaría en mi casa, en la habitación de mi hija Candela. Eso si. Un poquito cambiada ya veréis.
Todavía no sé como después de tantos años seguía con nosotros y mi madre la tenía localizada.
Esta foto es malísima, pero hay que ver el «antes».
Me habló de ella cuando reformé la habitación, y en cuanto la encontré, ya vi muchas posibilidades en ella. Es lo que tiene el mundo Pinterest, pronto ves cosas maravillosas para objetos que no sabes muy bien porque, pero los quieres contigo.
Primero compré unas telas bonitas en los tonos de la habitación. En rositas que aquí somos muy del rosa.
Siiiii. Nada que ver ¿verdad?
Me fui a Bricor, (ya hace dos veranos descubrí el mundo spray cuando customizamos unos capazos de playa las niñas y yo), esta vez no iba a ser menos.
Compré el color fucsia flúor de la marca Montana color, y aunque en la foto lo veáis muy fosforito, no lo es tanto.
Una vez pintada la dejé secar bien.
Compré cristales nuevos y palitos para montarlos, y ya me metí con las telas que os enseñé antes.
Corté tiras de aproximadamente uno por veinte centímetros,… y a hacer nuditos!!!
Montamos todo y…
El resultado mereció la pena y el valor sentimental que ella aporta ¡no tiene precio!
Ah! Y a Candela le encantó que es lo importante además de ser única es «la que tenía mami».
¡Super fácil! ¿Os gusta?
Mil besos.
IMPRESIONANTE!!, el cambio es espectacular y la idea es super original. Gracias!!!
Me ha encantado!!
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Gracias a ti!
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Me encanta!!!! Y me lo apunto,!!! Por favor, enseñamos los capazos que comentas en el post.
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Gracias Natalia! Los capazos ya están viejitos pero cualquier día montamos uno nuevo! Un beso grande.
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Es sorprendente el resultado, me ha encantado, muy original.
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¡Muchas gracias Isabelina!
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