OPORTO EN TRES DÍAS Parte I

Oporto es uno de mis destinos favoritos no solo porque es totalmente diferente a nuestro paisaje diario con su aire bohemio y un poco decadente, sino también porque te aporta te enriquece y además la gente portuguesa es estupenda ¡mi opinión claro! Es muy cómoda de visitar y cada vez que vas descubres sitios nuevos muy interesantes.

Como hay un montón de información en internet sobre que ver en Oporto y sobre todo, que no te puedes perder yo os voy a enseñar un poco los descubrimientos de este último viaje…Uno, nuestro crucero por el Duero, que yo siempre lo entendí como algo enfocado a los «turistas», esa gente cámara en mano que todo lo ve,… yo digo que voy por libre pero al final, cojo el autobús turístico, termino entrando en museos varios… ya sabéis ¡lo típico! El otro descubrimiento nuestro hotel que merece un post aparte de lo especial que es junto con tres o cuatro locales que os van a encantar pero hoy, Oporto en tres días.

El día que llegamos y por la buena ubicación del hotel, nos dedicamos a pasear por el centro y a integrarnos en el mundo «compras navideñas» …

Aunque las recomendaciones gastronómicas van en un capítulo aparte, esta, Merceria das Flores que fue donde picamos algo cuando solo llevábamos menos de una hora en la ciudad, te da una idea de como empezamos a disfrutar. Una tienda de conservas vinos y quesos que tiene una pequeña carta para comer y su terraza en la Rua das Flores…¡Un placer!

El domingo organizamos el crucero por los siete puentes, uno de mis momentos subidón del viaje. En otras ocasiones habíamos paseado por Vila Nova de Gaia, ciudad al margen izquierda del río, habíamos visitado una bodega, (nosotros elegimos Ferreira), pero esta vez nos animamos a coger uno de los muchos barcos que salen cada media hora de la rivera del Duero y te enseñan la ciudad desde otra perspectiva. Pagamos 12€ y fue casi una hora de paseo. Merece mucho la pena. Pasas por debajo de sus siete puentes y tienes unas vistas fantásticas desde el barco.

Después de la travesía el aperitivo es sagrado en las múltiples terrazas a la orilla del río.

Esta vez no subimos al tranvía porque ya lo habíamos hecho, ni hicimos cola en famosa librería Lello que desde el 18 de julio de este año cobra entrada. Yo la última vez que entré no cobraban pero estaba llena de gente vigilando y de carteles de «prohibido sacar fotos»… imagino que por 3€ ahora dejarán. No fuimos a la Catedral, simplemente paseamos y disfrutamos del ambiente.

Por la plaza del Infante Henrique y por la preciosa estación de tren, la estación de San Benito que es una auténtica obra de arte…

De tiendas y cafés por la Rua de los Clérigos que lleva el nombre de su famosa iglesia. Esta vez la visitamos y dejamos para la próxima visita la subida a la torre. Andábamos a carreras. Como veis casi no había gente por la calle.

Y cerca de la Libreria Lello había un mercadillo con un montón de puestos de artesanía y de productos handmade con ambientazo tremendo que ya te anima a hacer la visita obligada  La vida Portuguesa … yo creo me llevaría casi todo ¡Un peligro!

… Esta fachada de la Iglesia do Carmo una de las iglesias mas bonitas e importantes de Oporto hay que parar a fotografiarla si o si.

La famosa Rua de Santa Catarina. A mi particularmente su comercio no me gusta mucho. Es más interesante callejear por los alrededores que la calle llena de franquicias pero bueno, gente había. Y foto al famoso Café Majestic. Esta vez no entramos pero la anterior ya vivimos la experiencia y con una vez yo creo que llega.

Por último el Mercado do Bolhao… No me lo imaginaba así y era la primera vez que iba sin tener ni idea, pero después de ver la típica foto que yo también hice… prefiero que lo descubráis vosotros y ya me diréis.

Y nuestro Hotel que merece un capítulo aparte. Espero haber sabido transmitir mi Oporto en tres días.

Mil besos.