UN PASEO POR BALI

Después de darle mil vuelta a este destino, de ser consciente y visualizar los tres aviones para llegar, la respuesta a la pregunta que nuestros familiares y amigos hacen siempre es, sí que merece la pena.

Mi perfil no es ni mochilera, ni huésped de hotel cinco estrellas, ya me gustaría. A mí ya a estas alturas de la vida y después de todo lo que he aprendido de ella (¡parezco viejuna total!) mi filosofía es que si vas a salir de casa por vacaciones, el hotel por lo menos que sea confortable y lo más céntrico posible. No alojarte en establecimientos que sean peor que tu casa… porque entonces ¡qué vacaciones son esas!

Volamos con Emirates. Madrid – Dubái – Bali (Denpasar).  Una vez llegamos a la capital de la isla nos alojamos en Ubud un trayecto que realizamos en taxi negociando el precio, eso siempre, y que nos llevo una hora larga.

Primera parada UBUD

¡Sin duda lo que más me gustó del viaje! Ubud es una zona en el interior de la isla que se caracteriza por estar plagada de Templos y arrozales. Nuestra elección en el alojamiento Masia Villa Ubud no pudo estar más acertada. Un hotel sencillo en el que levantarte cada mañana y ver las vistas a los arrozales te cargaba de energía para todo el día. Os enseño las vistas…

¿Y qué tiene Ubud…? pues la esencia de la isla. Los colores, la gente, la alegría que desprenden, y seguramente que fue el primer contacto con ella y nos sorprendió.

Recomendaciones: Alquilar moto y no olvidarse de llevar desde España el permiso internacional para conducirla. Contactar con Mario, un guía local que habla perfectamente español y que nos enseñó y nos contó lo que no viene en las guías. Terminó  gestionando el transporte para desplazarnos a Lembongan y se portó genial con nosotros. Fue una de las mejores decisiones, su compañía. Comer en Petani o en Ibu Rai. Tomar un café en el Lotus Café y disfrutar de su espectáculo nocturno de Ballet tradicional o desayunar un día en el Cafe Wayan.

Segunda parada NUSA LEMBONGAN

El paraíso. Mira que vivo a pocos metros del mar y poco me sorprende con la cantidad de playas bonitas y puestas de sol maravillosas que tenemos aquí… pues me sorprendió. No pudimos hacer submarinismo ni snorkel que es lo que hace el 90% de la gente que se desplaza a esta isla, pero disfrutamos de su luz su paz y de unos paisajes difíciles de olvidar.

Nos encantó el hotel, Batu Karang, y como recomendación gastro Hai bar and grill un local a pie de playa que descubrimos un día recorriendo la isla en moto (que en una mañana te la recorres por cierto).

Última parada JIMBARAN

El último hotel fue el más caro por noche pero no lo recomiendo porque no nos gustó, y esta zona también nos decepcionó un poco pero el listón estaba muy alto con Ubud y Nusa Lembongan.

Lo mejor, por la noche la playa se transforma y un montón de locales ofrecen múltiples pescados cogidos del mar horas antes. Mi recomendación aquí es cenar en Menega Café. Nos lo aconsejaron en la recepción del hotel y nos encantó.

La zona sur donde terminamos este viaje, tiene como ventaja que estás cerca del aeropuerto y afrontar la vuelta y los tres aviones no muy «machacado» en mi caso era necesario, además estás cerca de templos como el de Pura Luhur Ulu Watu espectacular o de zonas como Kuta, (no nos gustó mucho) o la playa de Seminyak donde mi recomendación sin duda es La Plancha, un chiringuito de playa rodeado de locales parecidos pero con la diferencia de que esté es de un español, parte de la carta está en nuestro idioma y además todo lo que probamos estaba buenísimo.

Con penita porque lo bueno se termina pronto, pero muy feliz de haber podido vivir unos días rodeada de una cultura donde todo era tan diferente y enriquecedor que debo tener un millón de fotos de nuestro viaje a Bali.

Pero las mejores, juntos y con el móvil ¡Cómo no!

Gracias por acompañarme en este paseo por Bali. Os ha gustado ¿no? Es casi imposible que no te conquiste esta isla.

Mil besos